Época: Hispania Alto Imperio
Inicio: Año 29 A. C.
Fin: Año 268

Antecedente:
La urbanización



Comentario

El desarrollo del proceso de urbanización proyectado e iniciado por César mediante dos elementos fundamentales, como son concretamente la fundación de colonias y la promoción de los centros indígenas al estatuto municipal, se continúa e intensifica mediante la actividad de Augusto. No obstante, las nuevas circunstancias históricas del Principado introducen modificaciones que diferencian la labor cesariana de la de su hijo adoptivo.
En el plano territorial el hecho más destacable en la situación de la Península Ibérica durante el reinado de Augusto está constituido por su completa anexión. El nuevo marco condiciona la obra de Augusto en el sentido de que su programa urbanizador se relaciona con el ordenamiento global de la Península y con la creación de ejes viarios que permiten su control y cohesión. En esta perspectiva el Orbis Pictus realizado por Agripa y expuesto en el Pórtico de Vipsania que mandó construir al Este del Campo Marcio en Roma, proporciona los conocimientos cartográficos que facilitan la coherencia de la política urbanizadora con el nuevo ordenamiento territorial presente en la administración provincial.

Su proyección se pone de manifiesto en el carácter estratégico que revisten determinadas fundaciones de colonias, como ocurre concretamente con Caesaraugusta (Zaragoza) en el valle del Ebro que permite la penetración desde el Levante hacia norte peninsular, o la situación que ocupa otra de las fundaciones coloniales, llamada a ser la capital de Lusitania, como es Emerita Augusta, ubicada sobre la Vía de la Plata, que facilita la penetración desde el Sur hacia el Norte mediante el correspondiente puente sobre el Anas (Guadiana).

El nuevo marco histórico de estabilidad política del Principado excluye el que la actividad urbanizadora de Augusto en Hispania esté tan condicionada como la cesariana por recompensar, como anota el historiador Casio Dión, a sus partidarios y castigar a los que se habían manifestado a favor de Pompeyo en el desarrollo de la guerra civil. También el carácter de las fundaciones de colonias difiere debido a que, en contraste con la fundaciones programadas por César donde se encuentran presentes colonos procedentes de la plebe urbana de Roma, las deductiones de Augusto se realizan esencialmente mediante veteranos de las legiones.

De la importancia que posee en el Imperio su programa de asentamientos de colonos poseemos algunos datos genéricos; concretamente, sabemos que tras la victoria frente a los asesinos de César en el 42 a.C. en Filipos recibieron tierras 140.000 veteranos, y el propio Augusto en la Res Gestae, que constituye su testamento político, se vanagloria de haber beneficiado a 300.000 hombres mediante distribuciones de tierras y de fundar colonias en Italia, Africa, Sicilia, Macedonia, Hispania, Acaya, Siria, Galia Narbonense y Pisidia.

En la Provincia Ulterior Betica el programa colonial de Augusto se materializa tanto en la fundación de nuevas colonias, como en la potenciación de las ya existentes mediante el aporte de nuevos contingentes de colonos o en la promoción de centros indígenas al rango colonial. Las nuevas fundaciones están constituidas por la Colonia Augusta Firma Astigi (Ecija), la Colonia Augusta Gemella Tucci (Martos) y la Colonia Julia Traducta Tingintera, que podemos suponer ubicada en Algeciras, pese a que se han propuesto otras localizaciones distintas como Tarifa.

La promoción al rango colonial se efectúa en el caso de Caesarina Augusta Asido, que había gozado con anterioridad del estatuto municipal por concesión de César; el aporte de nuevos contingentes de colonos constituidos por veteranos de las legiones se realiza en la colonia cesariana de Hispalis y en Corduba, capital de la provincia, según testimonia el geógrafo griego Estrabón.

De las cinco colonias que se catalogan en la Naturalis Historia de Plinio como existentes en la Provincia Ulterior Lusitania, al menos dos podemos considerarlas como obra de Augusto. De las características fundaciones de Pax Julia (Santarem), a la que Estrabón conoce como Pax Augusta, poseemos un conocimiento escaso, que contrasta con el de Emerita Augusta (Mérida), cuya fundación se realiza por el legado P. Carisio en el 25 a.C. a partir de contingentes militares correspondientes a las legiones V Alaudae y X Gemina, que participaron en las guerras contra galaicos y astures. La amplia extensión del territorio que se le adscribe, documentado tanto en la literatura agronómica como en la documentación epigráfica, guarda relación con la consideración de capital de provincia con la que se le proyecta.

También en la Provincia Citerior Tarraconense fue intensa la actividad colonial de Augusto, a quien se vinculan las fundaciones de Caesaraugusta (Zaragoza), de Faventia Julia Augusta Paterna Barcino (Barcelona), de Julia Ilici Augusta (Elche), Salaria (Ubeda la Vieja), Libisosa Forum Augustana (Lezuza) y, posiblemente, Julia Gemella Acci (Guadix).

De las características fundacionales de algunas de ellas estamos mal informados como ocurre concretamente con Salaria o Libisosa; en cambio, el asentamiento de veteranos procedentes de diferentes unidades legionarias, que habían participado en el desarrollo de las guerras civiles o en las más recientes guerras de conquista en el norte peninsular, se aprecia en los casos de Caesaraugusta, cuyas emisiones fundacionales conmemoran el asentamiento de los veteranos de la legión III Macedónica, en el de Acci, donde se aprecia asimismo en las diversas emisiones de su ceca la presencia de insignias de los manípulos de las legiones I y II. O en Ilici donde los reversos de sus monedas representan también águilas y estandartes legionarios. En contraste, en el caso de Barcino Augusto procedió a conceder el rango de colonia a una ciudad que, por su fidelidad al bando cesariano, había obtenido con anterioridad el estatuto privilegiado municipal.